dijous, 24 d’octubre del 2013

interestelar



que para entenderla
habría que olvidar que se tienen pies
que se es terrestre, olvidar esa estúpida
creencia humana en la gravedad

que para acompañarla
habría que levitar junto a ella
seguirla cual el más veloz de los cometas
y alimentarse de su estela de fuego y luz

que para detenerla
compactísimos cinturones de estrellas no bastan
ni hambrientas fauces abiertas de agujero negro
oh inconmensurable cráter del astro que se le interponga

que un día se levantó
y que se hinchó como un planeta
y se encendió más que un sol
y partió a demostrar que la galaxia no tiene límites

que un día se levantó
e invirtió el orden magnético
y no creyó que la fisión fuera imposible
que un día se levantó libre para nunca más sentarse

que un día se levantó
y que se quiso interestelar, como una constelación
que un día se levantó y gritó que era libre, señores
que mi alma es tan libre como un universo, señoras

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