dilluns, 12 d’octubre del 2009

Viajar es jazz (Irán 1ª parte)










despierto echo grano, en un metrónomo de arena

y desde esta partitura de salitre en decadencia
me siento marcando el tiempo melódico del afuera

lianas de citar evitan mi caída: la nada musical
y un saxofón construye ráfagas de cabellos a que asirse
y un marcapasos en estuche, asegura un mínimo vital…

afinadas las velas que delimiten pistas veladas de despegue
suena el mástil que prenderá las gasolinas y los desvelos
y redobles de tambor que precipiten mil avalanchas de arena

¡flash! encendidos los focos sobre las cimas de los andenes
desfilan, entre castillos de fuegos, caravanas de gitanos ciegos
y da comienzo el más incierto de los espectáculos: el viaje y el jazz

y es que no existe nada tan incierto como viajar y como hacer jazz
no hay nada tan apasionante como ese vacilante caos que empuja
hacia la siguiente extraña ciudad o hacia el siguiente acorde enmascarado…